MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Aprendan, hijos, a separar los impulsos que provienen de sus propias almas de los que provienen del Reino Celestial y del Universo Superior de consciencia.

Escuchar a la propia alma es un paso importante para la consciencia humana, sin el que no podría haber evolución. La evolución es un camino de ascensión, de comunicación y de unión con los diferentes niveles de la existencia, hasta que el ser retorne finalmente al Corazón del Padre Celestial, portando en sí códigos renovadores de la vida manifestada.

A lo largo de los tiempos, los seres que buscaron recorrer el camino espiritual aprendieron a escuchar a sus almas y muchas veces a sus espíritus, sus mónadas, para recorrer así el camino de la vida sobre la Tierra con la seguridad de los impulsos superiores.

Sin embargo, ahora es el momento de ir más allá. Ahora es el momento de escuchar a la propia alma, pero sin permanecer allí, creyendo que los todos los impulsos de la vida evolutiva provienen de este único contacto interno.

Ahora es el momento de ir más allá, de aprender a distinguir el contacto con los niveles superiores para que, tocando las dimensiones de sus almas, puedan ir más allá y llevar consigo a las almas hacia un estado más profundo y silencioso, más transparente y pleno, el contacto con los Universos Superiores, donde no deben buscar nada, sino la pura y simple unidad.

Cuando sus consciencias profundizan en la oración sincera y, entre un verbo y otro, pueden silenciarse, entonces serán capaces de escuchar a sus propias almas, sentirlas y percibirlas tal como ellas necesitan que las perciban. Sin embargo, si persisten en esta elevación, en alabanzas y silencios, en concentración y vacío, sin nada querer para sí, solamente la unidad con Dios, podrán ir más allá y permitir que sus almas también puedan mirar hacia arriba y hacia adentro, que también puedan entrar en el ejercicio de la contemplación.

Cuando las almas contemplan, las mentes se silencian y solamente observan; la personalidad no opina, no analiza y no busca respuestas, solamente observa. Los aspectos de la consciencia humana no confunden el contacto interno con lo que viven en la materia, solamente observan. El alma no busca guiar y conducir nada, no está recorriendo ningún camino, solamente es llevada como un imán a su fuente de vibración.

Ella es atraída por la Consciencia Divina y, con la rendición de su parte planetaria, ella solamente va al encuentro de la vivencia de la unidad; y, en esa experiencia, hijos, puede haber pleno silencio, no necesitan palabras ni intenciones, pensamientos ni acciones, solamente ser.

Entonces, recibirán de Dios el saber de la unidad y, con él, una sabiduría que no se adquiere con la mente, sino con la esencia.

Hacia esa experiencia, deben caminar porque, en este tiempo de caos y confusión, de profundas purificaciones y desafíos, sus seres deben profundizar en Universos seguros, donde ni la mente ni la personalidad y ni siquiera sus almas, pueden interferir, sino solamente vivir.

Y, del principio de la Unidad que emana del Corazón de Dios, del profundo Amor del Padre al estar ante Sus Criaturas, brotará la esencia de la sabiduría que los fortalecerá y les traerá respuestas a las cuestiones más profundas, que no sabrán explicar, sino solamente ser.

Y aquellos que se aproximen a ustedes no necesitarán oír ni preguntar, solamente sentir y observar el ejemplo y la presencia que transforma la condición humana.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL TERCER CENÁCULO DE LA HERMANDAD DE JESÚS, EN CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Donde haya un alma que ore de corazón, allí estará el Corazón de Dios, respondiendo con Gracias a las súplicas de Sus Hijos.

Donde haya un alma en oración, allí estará el Corazón de Dios, encontrando consuelo en lo profundo de los corazones de Sus Hijos.

Donde haya un alma en oración, allí estará Dios, recogiendo cada cuenta y cada canto, cada plegaria y cada alabanza, para interceder por las almas perdidas y crear un camino para que retornen a Su Corazón.

Donde haya un alma en sincera y verdadera oración, allí estará Dios, abriendo en su interior un canal intercesor, a través del cual los Rayos Inmateriales descienden a la Tierra para equilibrar los desequilibrios del mundo y conceder paz a los conflictivos corazones de los hombres.

Donde haya un alma en sincera y verdadera oración, transparente ante su Creador, en humildad y confesión orante ante Dios, allí, hijos, estará Su Corazón, acompañando cada palabra y cada intención, cada silencio y cada pensamiento, porque tan grande es el Amor del Creador por Sus Criaturas que constantemente espera y con Amor aguarda las oraciones suplicantes de Sus hijos.

Que sus bocas siempre pronuncien oraciones.

Que sus corazones siempre se vuelvan hacia Dios.

Que sus intenciones estén dirigidas hacia el Propósito Divino.

Que sus vidas estén direccionadas hacia la Voluntad Mayor y, así, sus seres siempre encontrarán respuestas, los conflictos de la vida les traerán equilibrio, las pruebas de la vida les traerán ascensión, sus miserias les traerán humildad, y todo lo que la dualidad pudiera traerles, como consecuencia a sus vidas, se convertirá en un paso en dirección al crecimiento humano y espiritual, para que siempre se aproximen más al Pensamiento Divino.   

Así como su Creador, hoy escucho sus plegarias y estoy siempre atento a la voz de sus súplicas; y con sinceridad, hijos, les digo que haré todo para que el Propósito Divino se establezca en ustedes y a través de ustedes en la vida humana.

Jamás dejen de orar, jamás dejen de suplicar. El diálogo con Dios será su puerto seguro en la transición planetaria, porque Él mismo los guiará de la mano al establecimiento del nuevo ser sobre la Tierra, siempre y cuando no desistan y en oración se mantengan siempre unidos a Aquel que sabe y Es la propia Verdad.  

Tengan Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que tu vida sea un cenáculo de oración. Que tu corazón jamás piense que es tarde para recomenzar y sumergirse en el propio interior, desenvolviendo en ti la unión con Dios y recorriendo así el camino de la santidad.

Busca, hijo, como primera meta de tu vida el camino de la santidad, que no es nada más que vivir con plenitud la Voluntad de Dios para tu vida y tener esa Voluntad siempre en primer lugar. Deja que ese propósito de santidad impregne tu consciencia, tus metas y aspiraciones, tus relacionamientos con el prójimo, tus pensamientos y sentimientos, tus acciones y palabras, tus tareas diarias y finalmente tu vida.

Desde que tus ojos se abren cada mañana, ofrece tu vida a Dios con una simple oración y renueva ese compromiso durante el día, preguntándote ante cada situación a ser vivida o decisión a ser tomada:

¿Cuál es el camino que me aproxima más a la Voluntad Divina?

¿Qué palabra puedo pronunciar?

¿Qué pensamiento debo emitir sobre los demás?

¿Qué ejemplo soy capaz de dar?

¿Qué emanación puedo emitir para colaborar en la evolución del prójimo?

Debes hacerte todas estas preguntas antes de actuar, para que tu vida sea un instrumento reparador en las Manos de Dios, para que tu vida sea un instrumento de justificación, a través del cual el Padre y Sus ángeles podrán interceder por el mundo.

Reflexiona en tu interior y pregúntale a tu espíritu y a tu consciencia:

¿Soy capaz de tener como prioridad de vida un camino de santificación?

¿Puedo ofrecer mi ser a Cristo en expiación de las faltas y desequilibrios del mundo?

Esa oferta, hijo, no se trata de sufrir como Cristo, sino de ser como Cristo en todo y buscar en cada acción Su Acción, en cada palabra Su Palabra, en cada pensamiento Su Pensamiento, en cada hermano un hijo Suyo, que Él aguarda que retorne a Su Sagrado Corazón.

Cuida a cada alma como siendo única y predilecta para Dios. Cuida a tus hermanos como tesoros que el Creador colocó en tu camino para que las relaciones humanas sean elevadas y trascendidas, y la dualidad sea convertida, por un impulso mayor de Amor, en la unidad entre las consciencias.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como Cristo, en cada paso del Calvario y en Su entrega en la Cruz, experimentó la Gracia de ser sustentando por Dios y también el desafío de vivir Su entrega como un Ser Divino-humano; así también, hijos, cada uno de ustedes deberá vivir su definición y su entrega en este tiempo.

Vivirán momentos en los que la Gracia Divina estará sobre sus corazones y sus consciencias y, a pesar de las dificultades del camino, él no será tortuoso porque la fortaleza espiritual los sustentará.

Sin embargo, también vivirán momentos en los que su condición humana será colocada a prueba, para que de ella emerja la condición divina. Y, en esos momentos o pruebas, sus corazones deben aprender a observarse, para que así puedan ir más allá y no se detengan.

Cuando el vacío, la soledad, el peso del mundo y de la desesperanza toquen las puertas de sus consciencias, sepan que es el momento de ir más allá y dejar que Dios manifieste Su Poder y Su Gracia, no de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera; es el momento de que sus células, en el ápice de su limitación, vean emerger la fortaleza interior y liberen la misteriosa Luz que las anima y sustenta.

Es así, hijos, que también ustedes, como células del Cuerpo Divino, verán emerger un Amor que renueva todas las cosas, un Amor desconocido que nace de la transformación de la condición humana en su potencial divino.

Sé que lo que les hablo les parece distante en el día a día, cuando sus acciones, pensamientos y sentimientos a veces son tan diferentes de una expresión de Amor Divino. Pero, Yo les hablo para que dirijan sus vidas hacia este camino y perseveren, para que se dejen quebrar y reconstruir, para que no teman el vacío o la tentación, para que, sí, reconozcan la fragilidad humana, pero no permanezcan en ella.

Ábranse para vivir la trascendencia de esa fragilidad, venciéndola a través de la entrega, de la rendición, de la oración y de la elevación de la consciencia. Y, cada vez que piensen en desistir y que crean que no pueden ir más allá, dense a sí mismos una  oportunidad de recordar el  propósito de sus vidas y a lo que son llamados en este tiempo.  

Son llamados a ser milagros vivos, a ser Cristos del Nuevo Tiempo, a ser los últimos apóstoles y los testigos del cumplimiento del Plan de Dios en la Tierra. Y eso se hace, hijos, con la cabeza sobre el suelo y el corazón en el Cielo, en la rendición de sus vidas, para que puedan comprender la vida humana y sus hechos y acontecimientos con una consciencia madura y una mirada de sabiduría.

Perseveren y entréguense. No teman ir más allá, porque es solamente así que descubrirán el Propósito de Dios para cada etapa de sus vidas.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Permítete, hijo, entrar en el Corazón Agonizante de Jesús y, ahí, comprende no solo los misterios de Su más profundo sufrimiento, sino también y, sobre todo, la expansión de Su extremo y desconocido Amor por toda la vida y todo el género humano.

En oración, entra en el Corazón Agonizante de Jesús, para que puedas percibir lo que significa la unión entre Dios y Sus Criaturas, para que puedas experimentar ser sustentado por un vínculo divino-humano que le revela a tu ser el significado real de la semejanza con Dios.

En contemplación, entra en el Corazón Agonizante de Jesús y, en cada pulsar de este Corazón, siente el poder del Amor Divino y la capacidad de renovación que el Creador les concedió a Sus Criaturas.

Dentro del Corazón Agonizante de Jesús, permite que también tu pequeño corazón experimente la expansión y el significado del Amor, para que así sepas que las pruebas de la vida no son limitantes del potencial humano, sino son verdaderamente motores que conducen a las criaturas hacia la evolución.

Aprende a estar en Dios bajo cualquier circunstancia y, en Él, comprenderás el propósito de la vida y de cada experiencia que vives en la Tierra, aprenderás a amar la vida en esencia y vivirás para abrir el camino, para que todas las criaturas experimenten y sean parte consciente del Amor de Dios.

Todo eso comienza con la oración, con la contemplación, con la entrega, cuando te permites ingresar sin miedo en el Corazón Agonizante de Jesús, y ahí descubrir los misterios profundos de Su Pasión y de Su Amor por la vida.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Con tus pies aún en el desierto, dando los últimos pasos de este camino cuaresmal, concéntrate, hijo, en el Corazón de Tu Padre y Creador, el Señor de la Vida y del Propósito Divino.

Los últimos pasos del camino cuaresmal no anuncian un tiempo de paz interior, sino de pruebas cada vez más profundas e intensas, humanas y espirituales, que colocarán en el altar de la fe la entrega de tu condición humana, de tus miedos más profundos, de tus miserias más arraigadas, de tus creencias más consolidadas en la consciencia de aquello que crees sobre ti y que te trajo hasta aquí, sustentando tu orgullo humano y tu ego espiritual.

Es hora de entregar todo.

En la agonía que antecede al calvario, tu corazón será probado en la entrega y en el vacío, y todo cuanto viviste en el desierto emergerá con intensidad, porque el desierto es una escuela, y la agonía es un momento de definición.

Coloca, entonces, tu ser como oferta en el Altar Celestial y permite que el Creador te conceda la Gracia de ir más allá de las limitaciones y creencias humanas, de la fuerza que sustenta al hombre, para que te dé a conocer el Poder que conduce a la vida.

Fortalece tu fe en la Voluntad Divina, sea cual fuera. Fortalece tu corazón en el vacío, para que sea colmado por el Poder de Dios.

Camina con el propósito de que tus acciones y tu vida sean un instrumento de transformación de la consciencia humana. Que cada uno de tus pasos sea dado por todo, ya no veas tu camino como algo individual.

No quieras controlar tu destino y hacer planes según tus posibilidades de soportar las pruebas de la vida o según la seguridad que el camino te puede ofrecer. Vive tu espiritualidad como ser humano, como parte de la humanidad y por la transformación humana.

Que el desierto amplíe tus horizontes, que las agonías definan a tu corazón, que la cruz transforme tu consciencia y, a partir de ti, a toda la humanidad.

Ofrécete para ser un instrumento.
              
Tienes Mi bendición para esto. 

Tu padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

A algunos días de terminar tu camino cuaresmal, hijo, fortalece aún más tu corazón, rehace tus ofertas, renueva tu compromiso, revisa ante Dios lo que aún no entregaste, suelta las riendas que aún están en tus manos, deja los tesoros que aún abrazas como preciosos para ti y sumérgete aún más en el vacío.

Con los pies descalzos y las manos vacías, camina despojándote del pasado y del futuro, perdonando lo que pasó y ofreciendo lo que vendrá. A cada paso, abraza el momento presente y permite que las Gracias Divinas desciendan sobre tu consciencia para colmar los espacios vacíos.

Da lugar al Espíritu de Dios, para que Él sea el que te conduzca en tus últimos días del desierto y Él sea el que te guíe después de cruzar las tierras áridas de la soledad interior.

Que cada día, el Creador encuentre en ti un corazón dispuesto a estar en Él y a vivir por Él cada instante de la vida en este mundo.

No te canses de caminar y no temas lo que vendrá al salir del desierto, pues para eso estás preparando tu corazón. Y, si te transformas en un instrumento, cada vez más vacío y transparente, siempre le darás espacio al Padre para que esté en ti; y es Él, hijo, Quien vivirá cada etapa de la transformación humana dentro de tu corazón.

Por eso, concentra tu energía, tu consciencia y tu voluntad en ser un instrumento vacío en las Manos de Dios. Todo lo demás, Él lo hará en ti y a través de ti.

Tienes Mi bendición para esto. 

Tu padre y amigo,     

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Las almas llegan al mundo para servir, para crecer en espíritu, para vivir la transformación, para  multiplicar el Amor de Dios y aprender sobre este Amor.

Las almas llegan al mundo para experimentar el don de la vida, para comprender el por qué de la manifestación de la vida divina entre las dimensiones.

Las consciencias transitan por la vida sobre la Tierra, viviendo aprendizajes, cayendo y levantándose, viviendo Gracias y conflictos, miserias y misericordias.

Las almas pasan por el mundo, muchas veces confundidas, sin conocer el propósito de su existencia, pero en el final de la vida ese propósito les es revelado.

Las almas pueden vivir en la ignorancia, pero no dejan la vida en la ignorancia.

El Creador no permite que los ojos de Sus Hijos  permanezcan cerrados. Cuando su vida llega al fin, todo les es revelado. Es en esa hora que el corazón recibe la oportunidad de arrepentirse de sus pecados, de vivenciar el arrepentimiento verdadero que no comprendió durante toda su vida. Es en ese momento que las almas comprenden lo que es la gratitud, porque entienden por qué estuvieron en el mundo, para qué fueron enviadas a la Tierra.

Sin embargo, hijos, muchos piensan que es demasiado tarde, demasiado tarde para arrepentirse y hacerlo diferente, demasiado tarde para confesar sus pecados y recibir Misericordia, demasiado tarde para entregarse, porque tienen solamente un último suspiro para ofrecerle a Dios.

Pero Yo les digo que nunca será tarde para un arrepentimiento verdadero, nunca será tarde para una gratitud sincera, nunca será tarde para un pedido de Misericordia que surge de las entrañas, de lo  más profundo de la consciencia, de su llamada esencia.

Las almas que se llaman moribundas, que están en los últimos ciclos de su existencia, que dependen de los demás, que perdieron su autonomía y todo cuanto la humanidad cree que es lo más precioso en esta vida, la independencia, la falsa libertad, el falso poder, el amor propio, el orgullo; todo eso se desvanece cuando el cuerpo se encuentra frágil y la consciencia despierta.

Sin embargo, hijos, es entonces cuando las almas aprenden el significado de la entrega y les conceden a otros la oportunidad de aprender a servir, de reflexionar sobre la fragilidad de la vida, de reflexionar sobre el sufrimiento, la soledad, el vacío y la verdadera fe.

Las almas, en el final  de sus vidas, prestan un gran servicio y también viven un gran aprendizaje. Por eso, reverencien este momento y no quieran terminarlo en el tiempo de los hombres; dejen que él suceda en el Tiempo de Dios. Todo tiene una razón y un motivo; todo tiene un propósito, un aprendizaje y una experiencia que los hace crecer.

Reverencien la vida hasta el último instante. Reverencien la Gracia de vivir; porque ya llegará el tiempo, el último suspiro, el último segundo, en el que podrán comprender todas las cosas. Hasta ese momento, solo confíen, ámense unos a otros, sírvanse mutuamente, aprendan de la paciencia, de la persistencia, de la entrega, de la humildad.

Los dones divinos no tienen una edad para crecer dentro del corazón. No existe un límite para la expansión de la consciencia, puede ocurrir en todas las situaciones de la vida. Por eso, no limiten, ustedes mismos, esa experiencia en la Tierra.

Que su camino sea siempre impregnado por la oración, por la paciencia y por el amor.

Que sus almas no se cansen de servir o de vivir, no importa si comprenden o no esta vida.

Ya llegará el tiempo, el último suspiro y el último segundo, en el que podrán comprenderla.

Hasta entonces, caminen incansablemente para multiplicar el Amor de Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El camino cuaresmal, hijos, es un camino de transformación, en el que la consciencia es invitada a transitar por el desierto en su interior, donde encontrará solo la soledad consigo misma.

En el desierto interior, serán probados por sus propios aspectos y por los aspectos del enemigo que, con su astucia, buscará confundirlos para que pierdan la fe y la firme decisión de entregar sus vidas.

Las grandes llaves para transitar ese desierto interno son el silencio, la humildad, la paciencia y sobre todo, hijos, la capacidad de ser transparentes con ustedes mismos, la capacidad de mirar de frente los propios abismos internos y aún así confiar en la Mano que los guía y que los llama a ir más allá de la condición humana.

El camino cuaresmal, es un camino desafiante, en el que las almas son purificadas y la fe a veces es debilitada para que sea fortalecida por el contacto directo con el Creador. En el camino cuaresmal, el adversario les muestra y les presenta las tentaciones del mundo y sus aparentes conquistas para hacerlos sentir que valen más los triunfos en la vida material y ser una persona de "bien", que caminar pleno de miserias en un camino de eterna batalla y sufrimiento.

Sus aspectos humanos y sus miserias en purificación los harán sentir que no son dignos de vivir la Promesa Divina y que la Gracia de Dios no alcanza en sus vidas para que puedan seguir caminando. Pero hoy, Yo les digo: "Vayan más allá, sigan caminando por este árido desierto, dejando que cada pisada en el camino los despoje del mundo y los colme de Dios".

Sigan caminando sin querer ver los resultados, sino solo confiados en que la Obra del Altísimo se está realizando en sus vidas, más allá de lo que puedan ver, percibir o sentir. Conozcan el potencial de la fe que crece, aun en la oscuridad; porque el camino cuaresmal, hijos, es un camino de transformación.

El camino cuaresmal es un camino de fortaleza, pero no de ver la fortaleza consolidada, porque ella solo se revelará en la Cruz. La Cuaresma es el tiempo de construir en su interior esa fortaleza, que paradójicamente se construye cuando se permiten partirse en mil pedazos y ser reconstruidos por Dios.

La fortaleza cuaresmal no es la fortaleza humana, sino la Fortaleza Divina, que se revela a través de la fragilidad humana; porque solo cuando los aspectos humanos den lugar a los Aspectos Superiores de Dios, ustedes serán capaces de percibir el propósito de cada prueba y sufrimiento.

En el Amor extremo y trascendente de la Cruz se reveló la fortaleza de la fe cuaresmal, y en la potencia de la Resurrección de Cristo, después de haberse dejado morir con una muerte que lo hizo quebrarse en mil pedazos, expresados en Su Carne flagelada, en Su Sangre derramada y Su Alma despedazada; fue entonces que, al resurgir de lo que parecía imposible de recobrar vida, la fragilidad humana reveló la Fortaleza Divina. Esto es lo que se gesta en el camino cuaresmal.

Por eso, caminen y den cada paso con un corazón humilde y dispuesto.

Permitan que la transformación suceda, que la vasija se quiebre y que el Alfarero Divino lo reconstruya para revelarles, a través de Su vasija nueva, Su potencial creador.

Tienen Mi bendición para esto. 

Su padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Acoge en tu corazón la paz del Reino de Aurora, para que seas un receptáculo de su amor y de su liberación para el mundo.

Vive en tu interior la redención que emana del Reino de Aurora, dejando que tus estructuras más concretas se rompan por la potencia de su luz, permitiendo que tus velos más gruesos sean rasgados para que tus ojos puedan ver, finalmente, lo que debe ser transformado, curado y redimido.

Sé, hijo, testimonio de la Gracia de Aurora que, así como moviliza a los corazones y a sus estructuras más arcaicas, también les muestra el amor necesario para construir algo nuevo.

Aurora representa, para las almas, la posibilidad de transformar lo viejo en el nuevo hombre, aquel que será el precursor de una nueva vida y de una nueva humanidad. Aurora les muestra el proceso, a veces incómodo, a veces doloroso, a veces pacífico, que debe ser vivido sin prisa y con paciencia.

La paciencia es una gran llave en este tiempo, sin embargo, está en extinción en los corazones. La paciencia es la ciencia de la paz, a través de la comprensión de que todo en la vida sobre la Tierra tiene un proceso, y ese proceso debe ser vivido, no importando cuán desafiante pueda ser.

Aurora trabaja en las almas el temple para que, al pasar por el fuego y por el frío, así como hace el herrero con su espada, las almas comprendan que los procesos de dolor y de paz son parte del camino, y no se estanquen en el dolor ni en la paz, sino en el eterno caminar de la ascensión de la consciencia.

Ese caminar los llevará a espacios cada vez más internos y ocultos de la propia consciencia, donde finalmente, podrán salir de la rueda eterna de los conflictos humanos para descubrir potenciales que están ocultos en su interior. Cuando estos potenciales despiertan, colocan a los seres más allá de la condición humana, para que puedan ver los sentimientos y los estados de dolor o de paz con los mismos ojos, los ojos de la verdad, ojos de quien sabe lo que se esconde detrás del proceso de vivir.

Caminen hacia esta meta, la meta de ir más allá de lo que son, la meta de cruzar los obstáculos e ir más allá del desierto, de ir más allá de los dolores o de la paz, del confort o del sufrimiento; solo sigan adelante y persistan, caminando hacia Dios y hacia el propio interior.

Con la mirada fija en las estrellas, encontrarán lo que les digo.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En esta Cuaresma, hijo, aprende a ir más hondo en el desierto de tu corazón para que tu oferta sea más sincera y verdadera, para que tu experiencia de Amor Crístico sea más amplia.

Así como Cristo contempló Su Cruz y cada uno de los martirios que viviría a lo largo del Calvario, contempla tú también con valentía las pruebas de estos tiempos.

Así como Cristo contempló y comprendió la definición y la fragilidad de Sus compañeros, contempla tú también no solo tu propia fragilidad humana e interna, sino también la de tus hermanos y, con ojos de compasión, acompaña la definición de todos los que caminan contigo.

No todos encontrarán fortaleza en su interior para seguir adelante, independiente de las circunstancias. No todos sabrán que el Creador no cuenta con las fuerzas humanas, sino con la rendición de los corazones, para que Él sea la fuerza dentro de las almas. No todos comprenderán que no necesitan vencer o triunfar por sí mismos, sino solo dejar que Dios triunfe, a través de sus vidas, en las situaciones más impensables, bajo las condiciones más desconocidas.

Observa los acontecimientos de este tiempo con los Ojos del Cristo Cuaresmal, Aquel que enfrentó cada tentación a través del silencio. Y, ante las visiones astutas del adversario, Sus Ojos estaban fijos en Dios; ante las palabras confusas y conflictivas del adversario, Su Boca solo pronunciaba oraciones y decretos; ante las miserias de Sus amigos, que el adversario le hacía observar, Su Corazón emanaba comprensión y certeza de que la salvación vendría de Su propio sí y que Sus hermanos, aunque no perseveraran en el camino, tendrían una nueva oportunidad por la perseverancia de Su Corazón en el Propósito Divino.

Por eso, Cristo fijaba Sus Ojos en el Propósito y, ante toda negación y miseria, solo afirmaba la Luz del triunfo del Altísimo en Su interior y, a través de Él, en todas las almas.

Hijo, pon tu corazón en el Corazón del Cristo Cuaresmal para cruzar el desierto en ascensión, desarrollando en tu interior la fortaleza que será capaz de trasponer los obstáculos del fin de los tiempos.

Pon tu espíritu en el Espíritu del Cristo Cuaresmal para que tu ser se fortalezca y crezca en la virtud de la fidelidad ante todas las pruebas, y que las confusiones del enemigo no sean más que tu escuela de maduración interior.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El último año de impulsos de Mi Casto Corazón

Hijos:

Están transitando el último año de los grandes impulsos de la Jerarquía Divina, etapa en la que sus corazones deben beber incesantemente de la Fuente de los prodigios y de las dádivas que les entregamos en cada Aparición. 

El último año de los impulsos de la Jerarquía habla sobre las Gracias inmerecidas que las almas están recibiendo para que vivan su definición y fortalezcan sus consciencias para que, en el próximo ciclo que llegará, sean responsables no solo de la propia sustentación interna, sino también del amparo de todos los que no bebieron de esa Fuente y que necesitarán de auxilio, cura y misericordia para cruzar así la puerta estrecha de la última oportunidad.

Los últimos grandes impulsos de la Jerarquía les hablan sobre una gran prueba de amor, entrega y rendición que los conduciremos a vivir, para que aprendan lo que verdaderamente es el Amor Crístico y transciendan el amor humano y el bien común por medio de la Gracia que les concederemos de comprender que, más allá del caos, del mal y de las miserias propias y ajenas, existe una Fuente insondable de Amor Crístico de la que deben aprender a beber, y eso será igual para todos.

En este ciclo no habrá preferencias, no habrá títulos, no habrá méritos humanos capaces de excluir a alguien de la prueba mayor de la entrega, de la definición y del descubrimiento de un Amor superior.

Todos estarán ante dos puertas: la puerta grande y amplia del confort del mundo, un falso y pobre confort que confundirá las almas, ofreciéndoles su consuelo y una paz ilusoria; y la puerta estrecha de la entrega y del Amor Crístico Superior, que forjará en ustedes la posibilidad de verse unos a otros como verdaderamente son, de transcender la condición humana, el juzgamiento y los pareceres, para unirse en el único propósito de sustentar el planeta hasta que el viejo hombre dé lugar a aquel que es capaz de vivir con plenitud el Propósito Divino.

Por eso, sepan que cada vez que estén ante una situación que parece mayor de lo que pueden soportar, en verdad estarán ante la oportunidad de la trascendencia y de la entrega que Dios los llama a vivir para que despierten el amor latente en sus corazones.

Si están en este mundo, en este tiempo, es porque son llamados a experimentar la gran definición humana; y eso no los hará más grandes o más pequeños que los otros, solo hará de cada uno de ustedes un instrumento en las Manos de Dios para la transformación de la vida, vida más allá de la vida, que debe ser renovada.

Por eso, no desperdicien los impulsos, sino beban de cada uno de ellos, mediten sobre ellos y no dejen que pasen sin antes impregnar toda su consciencia.     

Tengan Mi bendición para esto.
 
Su padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la Paz del Corazón de Cristo impregne los corazones de todos los que claman por alivio y esperanza.

Hijos, fijen sus ojos en el horizonte y, en oración, aguarden que la noche oscura del mundo dé lugar al amanecer de una nueva vida.

Fijen sus ojos en el horizonte y concentren sus seres en servir y pacificar el propio corazón como también los corazones de sus hermanos a través de la comprensión, del silencio, de la escucha, de la sabiduría y, sobre todo, de la oración intercesora por las almas.

Fijen sus ojos en el horizonte, allí donde despunta el Propósito Divino, y caminen, construyendo la meta de alcanzar la Luz de Cristo. El Propósito Divino se construye de adentro hacia afuera y solo se manifiesta en sus vidas cuando ya se consolidó en su mundo interior.

Por eso, fijen sus ojos en el horizonte, y las aguas del mundo, hoy turbias, darán paso a un mar cristalino que les revelará a los seres la pureza oculta en sus corazones. Hasta que eso suceda, solo oren, susténtense en Dios y no pierdan la unión con el Creador, a través del vínculo con Él que deben alimentar por medio de la oración y del diálogo diario con Dios.

Si no alimentan el vínculo con Dios, a través del contacto con Él, ese vínculo se va tornando cada vez más oculto y desconocido para sus almas. Por eso, que Dios sea para ustedes como aquel Amigo y Compañero que sabe todo sobre sus vidas, que conoce las entrañas más profundas de sus corazones, que es el Receptáculo de sus confesiones más sinceras y transparentes, que es el Brazo en el que buscan abrazo y consuelo, descanso y esperanza.

Que Dios sea el Corazón sobre el que reposan y en el que encuentran sabiduría y respuesta, fortaleza y alegría para seguir adelante, a pesar de lo que suceda a su alrededor.

Recuerden siempre, hijos, mantener vivo, encendido y constante el vínculo con Dios, con sus ángeles de la guarda, con sus espíritus y con los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José. Así, nunca les faltarán la fuerza para seguir adelante y el ánimo para recomenzar cada día; nunca les faltará la esperanza para mirar hacia el horizonte y saber que, mucho más allá de la oscuridad que hoy se experimenta en el mundo, el sol despuntará.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando cometas un pecado, hijo, no le escondas tu rostro a Dios, evitando Su Presencia y Su Faz por la vergüenza que eso te trae.

Cuando peques, sabe que mayor que el pecado debe ser el arrepentimiento del alma; y que, en la balanza de la Justicia Divina, la vergüenza pesa menos que el arrepentimiento y este le abre la puerta a la Divina Misericordia, que equilibra todos los pecados del mundo.

Cuando cometas un pecado, que tu alma sea como un niño que se rinde a los pies de sus padres para confesarles sus errores, y en diálogo con Dios, confiésale tus miserias más profundas.

Dios es un Dios de Justicia, pero ante una alma arrepentida, le revela Su Corazón Misericordioso y Compasivo, capaz de traer nuevamente hacia Sí mismo al más pecador de Sus Hijos, si este llama a Su puerta.

Por eso, mantén una confesión constante, un diálogo sincero con Dios y el corazón dispuesto a recibir la Misericordia Divina. Así, estarás en el camino correcto y, mucho más allá de la dualidad humana o de la batalla interna que los seres viven en sus definiciones de cada día, siempre encontrarás paz porque tu alma reencontrará el vínculo y la alianza con su Creador, recordará Su Promesa Divina y renovará su esperanza en seguir Sus Pasos.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN LA CUMBRE, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los tiempos sean confusos y tu corazón esté perturbado, silénciate, hijo, contempla la naturaleza en la soledad del corazón y deja que el silencio te conduzca al Corazón de Dios.

Cuando el caos se extienda por la Tierra y por los corazones de los hombres, y dentro de ti a veces no encuentres armonía, entonces ve, hijo, y silénciate, contempla el cielo y sus estrellas, respira con consciencia el Soplo Divino y busca el Corazón de Dios.

Cuando no encuentres ejemplos a tu alrededor ni dentro de ti mismo, cuando las energías más arraigadas de la condición humana estén expuestas, siendo expurgadas de lo profundo de los seres, ve y silénciate, coloca tu mirada en el horizonte y deja que el silencio te conduzca al Corazón de Dios.

La llave para ingresar en el Corazón del Padre Celestial estará siempre en tu interior. El vínculo de las criaturas con el Creador es inmutable y siempre estará latente en el interior de Sus hijos.

El Padre nunca se alejará de ti, pero la confusión del mundo y la transformación de los hombres te pueden hacer sentir distante de Dios. Por eso, te dejo esta llave: silencio y contemplación, respiración y búsqueda constante del Corazón del Creador dentro de ti.

En silencio, entra en diálogo con Dios, un diálogo en el que tú escuchas y Él se hace oír, un diálogo en el que solo dices: “Señor, estoy aquí, guíame”, y Él conducirá tu espíritu a Su morada, donde la sabiduría y la fortaleza interior te serán dadas por la Gracia que está sobre ti desde el origen de la vida, desde el primer momento en el que el Padre envió a Sus Hijos a las dimensiones materiales con la promesa de que un día retornarían a Su Corazón.

La promesa de Dios es viva e inmutable. En ella debe estar tu esperanza.

El silencio te conducirá al encuentro de ese misterio, y la paz, que se revela en él, te permitirá amar y renovar el amor en todas las circunstancias del final de los tiempos.

Por eso, guarda en tu corazón Mis Palabras y vive lo que te digo. Así, nunca estarás perdido, sino que siempre encontrarás a Dios, y Él te encontrará.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ve, hijo, en auxilio de las almas que sufren; de las almas que, en la soledad de su corazón, cargan el peso de la desesperanza, del desespero, del desaliento; almas que están buscando un sentido para su propia vida y que necesitan auxilio para reencontrar la Luz del Propósito Divino.

Ve en auxilio de las almas y dale sentido a tu existencia a través del servicio, de la oración y de los Sacramentos que conducen a las esencias al reencuentro con su origen divino.

Ve en auxilio de las almas, escucha a los corazones que sufren, quédate al lado de los que necesitan ser sustentados para no caer en los abismos que están tan cerca de sus pies.

Sostiene de la mano, a través de la oración verdadera, a los Hijos de Dios que necesitan retornar al hogar. Sé un puente para que esas almas reencuentren el camino de la Morada Celestial.

Ve, hijo, ve en auxilio de las almas solitarias y desamparadas, de los que se comprometieron con Cristo, pero que se perdieron en las aguas turbias y agitadas del final de los tiempos.

Que tu corazón sea una isla de salvación, que tu espíritu sea el puente y la puerta para que los que necesitan rescate puedan ser ayudados. Esto es a lo que eres llamado a vivir hoy.

En el vacío de ti mismo, permite que Cristo te use como Su instrumento, porque las únicas cosas que rescatarán a las almas en este tiempo son la Unidad y el Amor. Estas son las dos llaves que encienden la Luz de un mundo interior que está en la oscuridad; esta es la mano que se extiende hacia un alma aprisionada en abismos profundos.

Por eso, en la virtud del servicio, ejercita los dones del Amor y de la Unidad, porque las almas necesitan rescate y Luz en este mundo que se apaga de adentro hacia afuera.

En tiempos de un caos cada vez mayor, sé un puente de Amor y Unidad para las almas.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En oración, contempla el mundo y sus mas profundas necesidades; contempla a las almas y a sus más profundos abismos; contempla a tu propia consciencia y obsérvate a ti mismo, siendo consciente de lo que hay en ti para ser transformado y de todo lo que ya pudiste ofrecerle a Dios.

Y después de todo eso, hijo, ve más allá. Deja que tu corazón trascienda los límites de la forma y, a través de las Leyes Universales, cruce los portales en dirección al Corazón de Dios.

Existe una Ley Primera que manifestó la vida en la materia y que rige la existencia, estando por encima de todas las demás cuando las consciencias están resguardadas por su actuación, y esta, hijo, es la Ley del Amor.

La Ley del Amor es una Ley que debes comenzar a conocer, no solo en teoría, sino en profundidad, porque es esta Ley la que te permite estar vivo; es esta Ley la que le concede al planeta el don de la vida, a pesar de que la vida en sí haya sido transgredida tantas veces.

Cuando ni aun la Misericordia es capaz de transformar las situaciones, solo una energía puede ir más allá, un único principio, una única Ley, que es el Amor. El Amor aún es una vibración desconocida por los seres de la Tierra, a pesar de ser la base de su existencia, a pesar de pulsar latente en su esencia como un potencial a ser renovado y multiplicado por las experiencias humanas.

El Amor aún es desconocido por la humanidad, pero ha llegado el tiempo de amar, ha llegado el tiempo en el que solo esta Ley podrá resguardar a las criaturas.

Solo esta Ley traerá soluciones para los desafíos imposibles, para las pruebas impensables. Solo esta Ley intercederá por las almas más pecadoras.

Solo este Principio Divino, vivo en los seres, les permitirá ver con los Ojos de Dios y encontrar la esencia del ser detrás de una consciencia que parece estar sumergida en la maldad y en la soledad.

La Misericordia es una expresión del Amor. Un ser no sabrá ser puramente misericordioso si no permitió la expansión del amor en su interior. Él podrá ser justo, compasivo y verdadero, pero para ir más allá en este tiempo de caos, hijo, solo una Ley en toda la Creación te permitirá hacerlo, y es la Ley del Amor.

La Ley del Amor te aproximará a Dios, te fundirá con Su Propósito Divino, te concederá sabiduría espiritual.

La Ley del Amor abrirá tu consciencia a la expresión del Espíritu Santo y permitirá que tus sentimientos humanos sean sublimados en Sentimientos Divinos de un cuerpo emocional superior que está unido a los Rayos Cósmicos y no solo a los Rayos Planetarios.

Este cuerpo será capaz de expresar misericordia, como una emanación pura de sus sinceras emociones, porque su consciencia no estará regida por principios terrenales, sino por Leyes Divinas.

Cuando la Ley del Amor rige a una consciencia, todas las otras Leyes Superiores, que vengan después de ella, también ganan espacio para expresarse. Es así que acontecen lo que llaman milagros, porque las Leyes fluyen a través de la consciencia que es capaz de amar. Su espíritu se une al Espíritu del Creador y se torna cocreador con el Padre, para manifestar en la vida material Sus Principios y Su Voluntad.

Entonces, ¿cómo hacer para vivir bajo esta Ley, hijo?

Al entrar en oración, contempla el mundo y sus más profundas necesidades, contempla a las almas y a sus más profundos abismos. Pero no permanezcas allí, ve más allá. No permanezcas en lo que es caos y dolor, miserias y abismos; ve más allá, buscando dentro de ti lo que motiva al Creador a sustentar la vida; y un día, en tu búsqueda sincera, encontrarás este Don, la expresión de esta Ley, porque ella habita silenciosa en tu interior. Entonces, aprenderás a amar y a renovar el Amor.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Calma tu corazón, hijo, y encuentra consuelo en la Fuente de Paz hacia la que la oración sincera puede conducir a tu espíritu.

Renueva tus votos ante Dios, con un compromiso sincero de perseverar, cumpliendo con Su Plan, mas allá de las dificultades de la vida y de los desafíos que estos ciclos del planeta le traerán a la humanidad.

Encuentra fortaleza en la verdad, en la transparencia y en la humildad, para que no sufras por las resistencias a las que se aferran tu corazón, tu mente y tus emociones.

Deja que este ciclo del planeta genere en ti la transformación necesaria, porque él no viene a castigar a la humanidad, sino a definirla. Por eso, en cada nuevo desafío, confirma en tu interior tu compromiso con Dios, recuerda de dónde viniste y hacia dónde eres llamado a retornar.

Y, aunque a veces te falten las fuerzas para seguir adelante, permite que una Fuerza Superior te levante y te fortalezca, te guíe y te lleve de la mano al cumplimiento del Propósito Divino. Es el Santo Espíritu de Dios, el Consolador de las almas, que les mostrará Su Faz a los que se permitan ir más allá de sí mismos, y que no contarán solo con la propia fuerza y esfuerzo, sino también, y sobre todo, contarán con la Gracia Divina y con la vivencia de las promesas de Cristo.

Estos serán los que experimentarán en sus propias vidas la actuación de las Leyes Superiores y darán testimonio de la Presencia del Espíritu Santo, porque ya no vivirán por sí mismos, sino solo por Cristo.

Hacia ese destino, encamina tu corazón y dirige tus pasos.

No pienses en las pruebas que vendrán y no les temas a las definiciones humanas. Siempre sé un corazón vacío y dispuesto a ir más allá, que se permite moldear, corregir y transformar por las Leyes Divinas, y que va más allá de sí mismo cuando le faltan fuerzas humanas, experimentando en sí la Presencia Divina.

Tienes Mi bendición para esto. 

Tu padre y amigo,     

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En los desiertos más áridos o en los abismos más profundos, el Amor de Dios siempre te encontrará, hijo. Cuando puedas ir más allá de la aridez interior, de los sufrimientos y angustias, de las dudas y aflicciones, y ores a tu Padre que está en los Cielos, Él siempre te escuchará.

Y como un cielo estrellado en el desierto o como una luz potente en el abismo, Su Amor se revelará a tu corazón y te hará sentir que ni los desiertos ni los abismos limitan la Presencia de Dios en la vida de Sus Criaturas; porque la unión con el Creador se da de adentro hacia afuera, es algo que vives en tu interior.

Y no importan las circunstancias de la vida, dónde y cómo estás. Si tu corazón está dispuesto a ir más allá, allí estará el Creador, guiando tus pasos y sustentando tu espíritu.

Por eso, no temas y no sufras por los tiempos de caos y de conflictos en el planeta y en las criaturas. Concentra tu consciencia en la potencia de la Luz y, ante los gritos del engañador, que tu silencio abra las puertas hacia una realidad superior.

De muchas formas, el enemigo gritará y buscará confundir a las consciencias. Su expresión es la apariencia y su engaño yace en la superficialidad.

Por eso, la batalla que debes trabar es en silencio, colocando tu corazón constantemente en Dios y no dejando que el foco de tus ojos esté en las apariencias, sino que el foco de tu corazón esté en la Verdad, y que los gritos del enemigo resuenen sin fuerza en tus oídos, porque no encontrarán espacio en tu corazón.

Que tu meta sea el Amor, por más que en el mundo solo veas rencor, guerras y caos.

Que tu meta sea la Luz, por más que en el mundo veas confusión y oscuridad.

Que tu corazón permanezca en la certeza que lo fortalece, que es el Propósito Divino, que está más allá de todo lo que es confuso y aparente. Es de esa forma, hijo, que a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, encontrarás la paz y transmitirás paz al mundo.    
 
Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Que la paz se establezca en los corazones que le claman a Dios para conocer Su Propósito y Su Voluntad.

Que la paz se establezca en los corazones de los que sufren las consecuencias de un tiempo de caos, de guerras y de conflictos.

Que la paz se establezca en los corazones de los que le temen al fin de los tiempos, a la definición superior que se debe establecer en el planeta.

Que la paz sea una realidad, hijos, en los corazones de todos los servidores de Cristo, a pesar de lo que suceda a su alrededor, porque deben mantenerse siempre dentro del Corazón del Redentor y, a través de Él, ser Sus instrumentos y pacificar el mundo y la vida.

Disipen la angustia a través del contacto con el Creador.

Disipen las dudas con un diálogo sincero con Dios.

Disipen los miedos mirándose a sí mismos con transparencia, porque la verdad, hijos, solo se muestra a aquellos que se permiten verse a sí mismos con transparencia.

No tengan temor a perderse de sí mismos, no tengan temor a perder el control de la vida; porque bienaventurados serán los humildes y los que se humillan, primero ante la propia consciencia, encontrando la libertad que es verse a sí mismos con transparencia y ser capaces de trabajar conscientemente en la propia transformación.

Buscando la luz de la tranformación, no cierren los ojos para ver lo que está dentro de ustedes; porque, cuando abran los ojos a lo que debe ser transformado en el propio interior, será entonces, hijos, cuando el mundo también abrirá los ojos para transformar lo esencial de la condición humana.

Aquellos que escuchan las Palabras que provienen del Cielo, de lo íntimo del Corazón de Dios, a través de Sus Mensajeros, deben ser los primeros en dirigir los ojos hacia el propio corazón y decir:

"Muéstrame, Señor, lo que necesito ver;
permíteme encontrar lo que me aleja de Ti,
para que mi consciencia disipe las interferencias
y abrace con simplicidad la Gracia
y la libertad de la transformación".

Si los servidores de Cristo profundizan en su transformación, abrirán las puertas para que la humanidad pueda recibir en su interior los impulsos que la conducen a un nuevo ciclo, en el que será capaz de ir más allá del caos, del terror y de los conflictos para encontrar la libertad que existe dentro de sí misma.

Hijos, ¿perciben que ha llegado el tiempo de sumergirse en lo que es verdadero?

¿Perciben que, sin sumergirse en las aguas profundas del océano de la consciencia, serán llevados por las olas que agitan la superficie de la vida humana?

¿Perciben que, sin sumergirse y perder el miedo a lo que encontrarán en el océano desconocido de sí mismos, jamás descubrirán la verdadera vida que habita dentro de sí?

Imagínense un mar revuelto y lleno de grandes olas, azotado por fuertes vientos que agitan las aguas en todas las direcciones; así es como se encuentra hoy la consciencia humana, confusa entre todos los vientos que soplan y la impulsan en todas las direcciones, sin saber hacia donde seguir, sin conseguir direccionar la propia energía y el movimiento de su vida.

Sin embargo, en lo profundo del océano existe paz. En lo profundo de la consciencia existe una vida desconocida y, sin embargo, cuanto más profundo y más oscuro, hijos, mayores Gracias les serán reveladas.

Los vientos de la vida superficial los distraen y los confunden, y la oscuridad aparente del propio interior los lleva a temer sumergirse en sí mismos; pero todo eso es parte de la ilusión de estos tiempos.

Por eso, no dejaré nunca de decirles que la llave para sustentarse en este tiempo es mirarse con sinceridad a sí mismos, sumergirse en el propio interior y encontrar la libertad de ser imperfecto, sincero y dispuesto a la transformación, y dejarse corregir, permitirse caer y levantarse, y siempre ir más profundamente, adonde habita la paz y la unidad con Dios.

Tienen Mi bendición para esto. 

Su padre y amigo,

San José Castísimo

     

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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