Viernes, 22 de septiembre de 2023

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Busca, hijo, constantemente el espacio y el tiempo para entrar en diálogo con Dios y crear un puente entre tu corazón y el Corazón del Creador, a través del cual fluirá Su Sabiduría, Su Gracia y Sus Leyes sobre tu vida y, consecuentemente, sobre la Tierra.

Busca el espacio y el tiempo para silenciar el corazón y escuchar al Creador; para dejar que Sus Impulsos fluyan en tu consciencia, aunque también sean silencio y soledad en Dios.

La gran batalla de este tiempo se traba a través de los ruidos del mundo, por medio de los cuales el enemigo torna a las consciencias incapaces de estar en silencio, consigo mismas y con Dios, para que jamás perciban el punto en que se encuentran y no puedan despertar.

El silencio y la quietud son dos llaves primordiales para que las almas alcancen el equilibrio y entren en la frecuencia del contacto interior con Dios. Pero esta posibilidad de silenciarse es algo que el adversario busca robarle a las almas a través de los estímulos constantes para producir algo, para distraerse con algo, para tener la sensación de colmar el vacío interior con los estímulos del mundo.

Mas hoy te digo, hijo, que el silencio es capaz de colmar a una consciencia mucho más que todos los estímulos mundanos. El silencio es capaz de abrir más portales celestiales que la vibración de todos los sonidos. El silencio guarda en sí un misterio que es la unión con el Todo, con el Principio de la Vida, con el Dios Creador en Su Soledad, sintiendo en Su Interior, el surgimiento del Amor que lo movió a crear todas las cosas.

El silencio guarda en sí llaves que hasta hoy la humanidad no fue capaz de descubrir y la gran estrategia del adversario, día a día, es no permitir que las almas se aproximen a ese misterio, porque aun para él el silencio es desconocido.

Por eso, encuentra el espacio y el tiempo, para silenciarte y reencontrar el equilibrio, para fortalecer tu mundo interior a través del silencio que te une a Dios.

Deja que sea Dios Quien colme lo que está vacío en tu corazón, y así, hijo, siempre encontrarás la paz.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo