Con el foco en la Sagrada Semana, abril nos invita a definiciones espirituales y asimilación de aprendizajes

En abril, la Sagrada Semana 2022, que ocurrirá del 10 al 17, será el epicentro de un gran movimiento de definición espiritual en el planeta. Cristo Jesús congregará a Sus compañeros de todas las nacionalidades, culturas y creencias para que, con Su ayuda, crucemos los umbrales y trascendamos los límites que nos alejan del Universo de Dios.

Después de un mes repleto de nuevas enseñanzas y de bendiciones, como fue el mes de marzo, este será el momento del despertar, o de la síntesis para muchas almas. Por eso, después de los ocho días con Nuestro Señor, la Obra de los Mensajeros Divinos nos invita a un período de asimilación y reflexión sobre las Instruções recibidas.
 

Cambios en la programación

En función de la Sagrada Semana, este mes serán suspendidos los siguientes eventos:

• 5 y 6: Maratón de la Divina Misericordia.
• 12: Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones
• 13: Encuentro con la Virgen María
• 15 (tercer viernes del mes): El Sagrado Llamado - Un Encuentro con Cristo Jesús.

Además, la mayoría de los encuentros de oración en el canal de internet Orando por la Paz en las Naciones no se llevarán a cabo, excepto:

• Los encuentros de oración que comienzan a las 7 h.
• Del 10 al 17: Trilogía Espiritual de Oración, Devoción y Contemplación (parte de la Sagrada Semana).

Encuentros online: ¡Participe desde su casa!

Por respeto a las normas sanitarias, los encuentros de oración y de música de la Obra de los Mensajeros Divinos están siendo transmitidos exclusivamente por internet, por los canales de  Misericordia María TV y Orando por la Paz en las Naciones. Toda la programación tendrá traducción al inglés.

PROGRAMACIÓN ABRIL/2022

(Los horarios indicados tienen como referencia la hora de Brasilia, Brasil, o de Lisboa, Portugal. Para visualizar la hora correspondiente a su ciudad, basta dar un clic en el título del evento e ingresar en su página específica.)
 

Que nuestra elección sea transformar nuestras vidas en una expresión de la Voluntad de Dios, de modo que esto se refleje en pensamientos, sentimientos, palabras y acciones repletos del amor y de la fraternidad que construirán la Nueva Humanidad. Es para esto que Cristo nos prepara.