Viernes, 1 de septiembre de 2017

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE ENTRE LAS CIUDADES DE PORTO ALEGRE Y SAN PABLO, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mientras el mundo agoniza, hijo, solo ora y deja que tu corazón llegue a Dios.

Será grande el sufrimiento y muchos se arrepentirán, tardíamente, de no haber mirado hacia el Cielo. Que nada te perturbe, que nada te estremezca ni te haga perder la fe.

Coloca tu corazón en la meta de una nueva vida, que solo surgirá en el mundo cuando él se haya purificado y retirado de su suelo fértil, lo que impedía el crecimiento de las semillas de luz, allí depositadas por Dios.

Ten certeza, hijo Mío, que después de toda la purificación, soportada con amor y esperanza, vendrá un nuevo sol, una nueva vida, una nueva oportunidad de recomenzar con mayor humildad y rendición a Dios.

Tu purificación te revelará aquello que precisa ser transformado y curado dentro de ti, para que, sabiendo todo lo que no eres y que pensabas ser, tu corazón pueda encaminarse hacia el develar de la verdad.

De la misma forma, el planeta también sabrá todo lo que no es y que pensaba ser, por su arrogancia y por distanciarse de Dios. No todos tendrán fuerzas para buscar la verdad, y muchos perderán la razón por no tener una referencia en la realidad. Pero tú, hijo, debes ser un eterno buscador de lo que es real, para que los que están ciegos encuentren en ti una luz para perseverar en la vida, en la verdadera vida que proviene de Dios y no del hombre. Por eso, no te canses de persistir y de construir en tu interior un camino hacia la Verdad.

No te entristezcas por pensar que es poco lo que haces cuando solo te trasformas a ti mismo y, en verdad, quisieras transformar el mundo. Lo que es verdadero se consolida en lo pequeño y perdura en los siglos y en la eternidad.

Por eso, confía en que el mayor servicio es purificarte primero, persistir y renunciar todos los días a la ilusión, antes de que el mundo se desestabilice, para que así seas portador de la Vida Superior. Cuando llegue el tiempo, comprenderás que fue en el silencio y en el anonimato que tu servicio hizo mayor eco en la vida planetaria y más allá de ella, adentró en los Universos.

Aquel que te ayuda a perseverar y a vencerte a ti mismo, tu Padre y Compañero de siempre,

San José Castísimo