Poderosa Novena a Jesucristo Misericordioso

Poderosa Novena a Jesucristo Misericordioso

            


Nuevo Sagrado Ejercicio de Oración para el Fin de los Tiempos
 

En el mensaje diario del 3 de diciembre de 2013, nuestro Señor, Cristo Jesús, transmitió lo siguiente:
 

"Las almas más preciosas son las que todos los días alegran Mi Corazón, porque ellas Me adoran y se consagran a Mi Presencia Eterna.

Por eso todo el tiempo debo cuidar de estas almas, que por varias razones han venido al mundo para redimir sus vidas y sus pasados. 

En este tiempo, las almas consagradas ingresan en el ápice de fuertes experiencias y aprendizajes, lo que les permitirá madurar con sabiduría y discernimiento. Todas estas almas son como tesoros en Mi Reino, porque en ellas Yo derramo Mis Gracias y Mi Paz para que por siempre se irradien al mundo los dones sagrados del Cielo".
 

Al final del mensaje Cristo transmite un nuevo sagrado ejercicio de oración, que según Sus Instrucciones, nos ayudará a enfrentar el fin de los tiempos y, sobre todo, el movimiento de los pecados capitales; este ejercicio es considerado por Cristo como un escudo de protección contra esas energías.
 

La Poderosa Novena a Jesucristo Misericordioso
 

Esta sagrada novena proviene de una emanación interior de oración que brota perpetuamente del Corazón de Jesús.

Esta novena es un diálogo directo con la Fuente Creadora, de la cual han surgido esencialmente todas las criaturas.

"El alma que Me venere por medio de esta Sagrada Novena, ingresará al momento histórico en que Cristo vivió Su vida pública y Su Pasión; así recogerá espiritualmente los frutos divinos que el Maestro dejó grabados sobre la consciencia de este mundo".

Quien invoque a Jesús por medio de esta Sagrada Novena, se aproximará a los Poderes celestiales que el Padre le concedió a Jesús desde el primer momento de Su Nacimiento, de Su Vida pública, de Su Pasión, de Su Muerte y de Su Resurrección.

Este ejercicio de oración deberá ser rezado durante nueve días, con la intención purísima de poder recibir los mismos méritos espirituales que Jesús recibió cuando Él estaba sobre este mundo. Esta Gracia, que hoy Yo les concedo para este tiempo de caos, es semejante al Orandio de la Pasión y de la Transfiguración; las señales de la Transfiguración y de la Pasión de Jesús representan para las almas la primera escuela de aproximación a Jesús.

"Ahora, la poderosa novena a Jesucristo Misericordioso simboliza el ingreso a un estado más profundo de consciencia y de oración; les revelo que podrán permanecer en la misma vibración crística, en el mismo estado de Cristo.

Esta poderosa novena intentará ayudar a todos, principalmente a los que de manera consciente se han consagrado de por vida a Cristo Jesús. Ella intentará transubstanciar, es decir cambiar de estado celular y mental todos los hechos que han condicionado el despertar espiritual de las almas a la Vida Divina; esta poderosa novena les traerá como impulso los méritos divinos que Cristo recibió durante Su trayectoria sobre la Tierra.

Este ejercicio aspirará a transfigurar los estados internos de cada ser, tornándolos en principios divinos y sublimes. Para eso, el trabajo de oración con la poderosa novena deberá ser constante, sin prever tiempo de término en semanas, meses o años; ahora cada alma sabrá reconocer la importancia de volverse un fiel instrumento de Dios.

Esta Gracia es derramada especialmente para transformar algo que ahoga al mundo, que son los llamados pecados capitales; esta novena servirá de escudo ante la presencia de esas energías".

La oración de cada día de la novena deberá repetirse treinta y tres veces.

Al término de la misma, en el caso de que el orante comience la novena nuevamente se debe hacer una pausa de un día, debido a que la invocación de los hechos y los principios que fueron vividos por Jesucristo deben seguir un orden universal.
 

  • Primer día - En el primer día orarán para trascender el control humano a través de la Santísima Pureza que Cristo encarnó durante Su especial Nacimiento en el Pesebre de la ciudad de Belén. En este hecho podrán ver manifestado el primer poder del Espíritu Santo, que fue la Encarnación sublime de Dios a través de la venida del Mesías Jesús.

    Con todo fervor y determinación interior rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Por el poderoso nacimiento de Cristo en la Tierra,
Santísimo Espíritu de Dios,
trasciende nuestra materia,
para que encarne en nosotros el poder de la Divina Pureza.

Amén.”
 

  • Segundo día - En el segundo día, orarán para expulsar de la consciencia la condición humana; la que a lo largo de los tiempos ha despertado, por obra del enemigo, la tentación, el orgullo, la avaricia y la gula, energías capitales que cercaron los caminos de luz para las almas buenas.

    Con fe y convicción rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Por la Sagrada Humildad, expresada por la Divina Familia,
y a través del Amor Puro que Jesús Niño irradió para el mundo,
Señor, expulsa de nuestros seres todo el dominio que ha construido el enemigo.

Amén.”

 

  • Tercer día - En el tercer día, orarán a Dios implorándole por Misericordia a través de la Divina Piedad que Jesús entregó durante Su Vida pública. Suplicarán al Señor que libere de los corazones los pecados de vanidad, de posesión, de soberbia y de maldición que hayan vivido alguna vez los pobres corazones.

    Con consciencia y verdad rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Por el Sagrado Milagro de Jesús en las Bodas de Caná,
sean convertidos todos los seres,
para que al fin despierte en el mundo el amor verdadero por el Creador.

Amén.”
 

  • Cuarto día - En el cuarto día, recordarán las benditas curas que Jesús realizó en los diferentes ciegos, paralíticos y mudos: así pedirán a Dios la cura profunda de vuestras almas y de los aspectos que marcaron heridas imborrables en vuestra evolución. Solicitarán a Dios que, a través del poder curador de Jesucristo, todos los hechos sucedidos en la vida de las simples almas puedan ser curados por Jesús, como Él en aquel tiempo curó a los enfermos.

    Con devoción y misericordia rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Que las poderosas Manos de Jesús y Sus Rayos de Misericordia,
posen sobre nuestros corazones,
para que la Luz del Reino de Dios libere las amarras
y cure para siempre todas nuestras heridas.

Amén.”

 

  • Quinto día - En el quinto día glorificarán a Dios porque Él envió al Hijo Salvador para que quitara la sed espiritual del mundo. Recordarán, entonces, el momento en el que la Samaritana le ofrece a Jesús el agua fresca del pozo y Cristo a cambio le ofrece el Agua de Vida.

    Que en este misterio divino vuestras vidas puedan ser lavadas por esta Bendita Agua que brotó fuertemente del Costado de Jesús en la Cruz, para que los pecados de omisión, de crueldad, de agravio, de ultrajes y de indiferencias que la humanidad generó a lo largo de los siglos, sean transmutados por los códigos sagrados del Agua de Vida y que la cura se manifieste en todas las   consciencias.

    Con amor y compasión rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Por el Agua de Vida y Redención
que brotó del Costado de Jesús,
los poderes bautismales de liberación y perdón
desciendan sobre nuestras vidas.

Amén.”
 

  • Sexto día - En el sexto día, orarán al Padre para implorarle por Misericordia para los que perpetuamente se culpan y se condenan eternamente sin haber cambiado nada en sus vidas. Recordarán ahora el momento en que Jesús es condenado a muerte; meditarán en este misterio de vida que Cristo entregó por todos y así entenderán que en la absoluta entrega de sí se encuentra la llave de la transformación de la consciencia.

    Contemplando este misterio de la entrega de Jesús por la humanidad, rezarán con esperanza y alegría treinta y tres veces la siguiente oración:


“Por la grandiosa entrega de Amor de Jesús en los brazos de la Cruz,
Emmanuel, Sagrado Padre,
 concédenos la Gracia de la entrega permanente por nuestros semejantes.

Amén.”

 

  • Séptimo día - En el séptimo día de la poderosa novena, volverán con la memoria hacia el momento del encuentro de Jesús con Su Madre en el camino del Calvario.

    Que el poder maternal del amor que todo lo sustenta y todo lo resuelve, permita liberar al mundo de todas las constantes caídas y perdiciones por las cuales se encaminó. Que, a través de este importante hecho de amor absoluto entre el Hijo de Dios y la Madre de Dios, las almas más débiles reciban la Gracia de afirmarse en el camino del espíritu por medio de la fortaleza suprema que Cristo vivió durante Su Pasión.

    Que esa misma fortaleza lleve a los consagrados a Cristo a que se abstengan de toda tentación y energía que los seduzca a desviarse del camino del buen peregrino. 
    Que la Fe de Cristo remueva los obstáculos, para que los hijos del Padre caminen en libertad hasta el Paraíso.

    Con apertura y piedad rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Por la divina y suprema fortaleza de Jesús durante Su Sagrada Pasión,
Padre, afirma en nuestros seres la Fe Eterna,
sublime fuego de eterna ascensión.

Amén.”

 

  • Octavo día - En el octavo día abrirán la puerta celestial, para recibir la Divina Piedad que Cristo glorificado en espíritu y en consciencia expresó después de haber sido bajado de la Cruz.

    Que este misterio del amor invencible que todo lo restaura y todo lo transforma, a pesar de los errores cometidos, pueda encarnar como luz infinita y permanente en los corazones que se decidieron a vivir el camino del apostolado.

    Que esta Divina Piedad Crística transfigure sin detenimiento los duros aspectos de la inconsciencia, aquellos que se guardan y que prevalecen amedrentando a los servidores. Que el sublime fuego de la Piedad, que Jesús expresó después de la Cruz para el mundo entero, remueva las dificultades para los que no pueden vivir la castidad, la austeridad, el desapego, la impersonalidad y la entrega de corazón a Dios.

    Con paz y firmeza rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:

“Por la divina y poderosa Piedad
que Cristo emanó por amor al mundo entero
en los Brazos de la Santísima Virgen María,
Suprema Madre,
acógenos ahora y siempre en el Corazón de Tu Reino.

Amén.”

 

  • Noveno día - Y, en el noveno y último día de la poderosa novena, meditarán sobre cada uno de los ocho misterios anteriores que Jesús dejó grabados como luz para el mundo. En este noveno día deberá surgir la síntesis de todo el trabajo orante y espiritual, los códigos crísticos ya deberán estar latentes en los corazones que con tanto amor, invocaron los anteriores ocho poderosos misterios divinos de Cristo.

    Hoy, recordarán el momento de la Sagrada Resurrección de Jesús al tercer día y verán en este hecho el poder del Hijo de Dios que, en profunda humildad después de haber sido condenado, martirizado y humillado, resucitó glorioso venciendo la muerte espiritual que condenaba al mundo entero.

    Que a través de este misterio, las almas que luchan sin descanso, las que trabajan verdaderamente por cumplir el Plan de Dios, sean liberadas de todo mal y que ellas consigan, a través del amor a la resurrección de Cristo, redimir los aspectos profundos que condenan a la consciencia.

    ¡Que se levanten de donde han caído!, que así puedan vencer como Jesús la muerte espiritual que genera el pecado del mundo y todos los corazones se eleven hasta los pies del Sagrado Altar del Creador.


    Con presencia y fidelidad rezarán, treinta y tres veces, la siguiente oración:
     

“Por la gloriosa y victoriosa Resurrección de Jesús,
que los sagrados rayos celestiales desciendan sobre nuestras vidas,
para que reine la Vida Omnipresente de Dios.

Amén.”


Cristo Jesús, el Instructor


Oración final
Para cerrar la novena al final del noveno día
 

MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN. (Jueves, 9 de enero de 2014)

Dejo para los Míos un agradecimiento profundo que brota de Mi Corazón Sacratísimo.

Por esta Gracia que nace de Mi Esencia, hoy les entrego una última oración, la que cerrará el ciclo de los nueve días de oración con Jesús Misericordioso.

Quisiera explicarles que esta oración es una confirmación interior de vuestras almas ante el Trono de Dios por medio de Mi Divina Misericordia. Permitan que a través de esta confirmación, todos los códigos crísticos sean sembrados en vuestros corazones, porque Mi mayor aspiración como Rey de las almas, es que puedan vivir eternamente en Mí.

Que después de estos nueve días de unión entre el Cielo y la Tierra, vuestras vidas encuentren reposo en Mi Sagrado y Divino Corazón de Paz. Que el camino que han recorrido a través de la Poderosa Novena los confirme como nuevos Cristos para el tiempo actual.

Caminen a Mi lado, porque así no los perderé; recuerden que siempre necesito de la amorosa ayuda de los Míos.
 

Oración a la Divina Confirmación

Señor, Dios Padre,
    Infinita Fuente de Amor, Unidad y Luz,
    soy Tu humilde y pequeño siervo.

Soy Tu chispa de fuego que proviene de la Fuente Mayor.

Permíteme ser simple como Tu Amado Hijo,
permíteme ser puro como Tu Preciosa Madre Universal.

Libera de mi camino todas las amarras,
corta con Tu Espada de Luz los lazos que ha instaurado el enemigo,
porque viviendo en Tu Suprema Libertad,
encontraré esperanza en el futuro,
encontraré fortaleza en la Luz de Tu Divino Corazón.

Que los nueve poderosos hechos
que Cristo vivió sobre la Tierra,
se siembren en mi corazón,
para que en el día de la Gran Victoria Celestial,
los Ángeles y Arcángeles
guíen el propósito de todas las esencias
y vivamos junto a Ti, Señor del Amor,
en el Reino de la Eternidad, del Servicio
y de la Entrega Absoluta a Tu Plan de Redención.

¡Que se eleven los que han caído!

¡Que Tu Divina Misericordia
resucite el espíritu de nuestros hermanos en el mundo!

¡Que Tu Amor y Compasión nos unan como un solo corazón
por los siglos de los siglos,
unidos a Cristo Nuestro Señor!

Amén.

Y Gloria Infinita en toda la Tierra.
 

"Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por responder a Mi llamado!"

Cristo Jesús Misericordioso
 

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