Domingo, 15 de octubre de 2017

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy, los llevo Conmigo hasta el Monte Tabor para que recordemos, en este día, la sublime Transfiguración de Jesús, una revelación divina y al mismo tiempo cósmica,que el Sagrado Hijo le trajo a los apóstoles.

La Transfiguración de Jesús fue el símbolo perfecto y cósmico de que, viviendo los cambios de la consciencia, es posible alcanzar altísimos estados de iluminación.

Jesús, por medio de la Transfiguración de Su Divina Persona, no solo mostró la realidad espiritual que los seres humanos de esta superficie guardan, sino también Él dio continuidad a la anterior iluminación del Maestro Siddharta.

Es así que Siddharta, en tiempos pasados, por medio de Su iluminación le demostró al mundo el primer paso para trascender el sufrimiento. Jesús, el Cristo, por medio de la Transfiguración, le trajo al mundo el conocimiento divino de que es posible trascender el estado del sufrimiento y alcanzar la elevación sublime de la consciencia a través de la perfecta comunión e integración con la Fuente Divina.

En el Monte Tabor, Mi amado Hijo reveló el conocimiento de las Leyes inmateriales que vibran y actúan en este Universo Material.

Fue así que Jesús les enseñó a Sus apóstoles sobre la verdadera consciencia espiritual que adquirimos en el momento de nuestra concepción en los sagrados Estanques de la Fuente, y cómo desde allí comienzan a cultivarse en nuestra esencia los primeros pasos de las experiencias de amor y de redención que este Universo Material nos ofrece.

Pero Jesús, en el Monte Tabor, también enseñó cómo situarse por encima de todo sufrimiento o experiencia, colocando la consciencia en un estado objetivo y la mirada constante en el Divino Propósito.

Por medio de la Transfiguración de Jesús, Mi Hijo le aportó a la raza humana la posibilidad de caminar por encima del sufrimiento sin ingresar dentro de él, a través de la consciencia del amor que abre la puerta para la cura de las consciencias.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz