Viernes, 17 de enero de 2014

Mensajes diarios
MENSAJE SEMANAL DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO EXTRAORDINARIAMENTE EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SC, BRASIL AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Que hoy vengan a Mí los que se sienten cansados.

Que hoy vengan a Mí los que se sienten agobiados.

Que hoy vengan a Mí los que están sin consuelo.

Que hoy vengan a Mí los simples de corazón.

Que hoy recuesten el rostro sobre Mi pecho los que han errado.

Que hoy sientan el latir de Mi Corazón los que han pecado.

Que hoy vengan todos Mis amados hacia Mí. Yo Soy el que Soy, Yo vengo del Gran Sol y del Sol Universal proviene la Fuente de Vida y de Reparación.

Que vuestros seres no se preocupen, sino que vuestros corazones se alegren, porque el Rey de la Humildad hoy los ha colocado bien cerca de Su pobre trono de Luz, para que sientan Mi Infinita y Perpetua Misericordia.

Abran los brazos para recibir Mi Consuelo; de manera especial a este grupo de almas Yo lo he acompañado amorosamente como Buen Guardián de los corazones.

Querido siervo Mío: Deja tus perturbaciones en Mi Corazón, tú sabes que Yo lo puedo todo ahora y siempre, camina a Mi lado, aunque Me hayas fallado. Yo vengo en este tiempo para resucitar el espíritu de tu corazón y la unión predilecta que debes tener Conmigo.

En Mis Pasos sencillos se encuentra tu senda; en Mi Caminar, se encuentra tu liberación; en Mi Sencilla Mirada se encuentra tu unión con Dios. No temas nunca mirarme a los ojos, Yo Soy el que Soy, Soy el que proviene del Sagrado Templo Creador, Soy la Estrella Guía que desciende del universo mayor para guiar tus pasos.

Aún aguardo que te abandones a Mi Corazón; aún espero abrazar tu pequeña alma y llevarte en espíritu al corazón de Mi Reino; aún aguardo que Me abras las puertas de tu corazón para que Yo pueda entrar.

En esta semana medita respecto del tiempo que hace que estás unido a Mí; quiero ser Vida en tus células, quiero ser el Fuego de la devoción para tu corazón. No Me abandones, Yo Soy todo tuyo, recuérdalo bien.

Yo Soy el que Soy, Yo Soy el Amor de Dios manifestado, quiero estar en tu camino para siempre.

¿Me aceptas como Tu Maestro y Rey? Te espero en el Sagrario para que conversemos. Te espero en el silencio del corazón.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

¡Agradezco a las almas presentes por haber confiado en Mi convocación!

Los bendice,

Cristo Jesús de la Misericordia